“¿De dónde sale el dinero?” Josh Rya-Collins, Tony Greenham, Richard Werner y Andrew Jakson. Libro publicado en Reino Unido por la New Economic Foundation bajo licencia Creative Commons (2012).
La moneda es una institución que llama la atención por el contraste existente entre su importancia para la vida pública y el escaso conocimiento que tienen los ciudadanos sobre su procedencia y funcionamiento. Este libro responde con enorme pericia y claridad a esta pregunta: ¿De dónde sale el dinero?
Los autores se propusieron crear una “Guía para entender el sistema monetario y bancario del Reino Unido“; han conseguido lo que se proponían y algo más: una guía para enfrentarse a todo sistema monetario condicionado por el poder de emisión cedido a la banca privada.
El libro es un muy buen manual introductorio para especialistas, pero al tiempo contiene unos capítulos de introducción y conclusión de alto valor divulgativo. La introducción es ya toda una fijación de los principios sobre los que se explica el funcionamiento del sistema monetario:
1-El 97% del dinero lo crean los bancos otorgando préstamos.
2-Las exigencias de capital propio que se impone a los bancos no tienen capacidad restrictiva sobre su capacidad para crear dinero.
3-El criterio para crear o no más dinero mediante la concesión de préstamos es la confianza del banco en la seguridad de que el préstamo se devolverá, que en última instancia reside en la liquidez general del sistema bancario.
4-Quienes deciden dónde colocar el dinero son los bancos según sus incentivos. Y ellos se deciden por invertirlo en la economía especulativa y otorgando préstamos avalados por activos colaterales antes que en la economía productiva.
5-La política fiscal apenas tiene impacto sobre la creación de dinero. El Gobierno tiene, en realidad, poco que hacer en este tema bajo el sistema actual.
Los autores intentan desmontar las concepciones populares erróneas sobre el dinero:
1-Los bancos no son una caja fuerte en la que depositas tu dinero. El dinero depositado en el banco no es tuyo, es del banco, quien reconoce una deuda contigo, pero se queda con el dinero que, en la práctica, le has prestado, no depositado.
2-Los bancos no se dedican a conectar ahorradores con solicitadores de fondos; no son los intermediarios financieros de la economía productiva. El 97,4% del dinero es creado por la banca comercial mediante apuntes digitales en que reconoce una deuda, llamada engañosamente “depósito”, cuando concede un préstamo.
¿Cómo es el proceso de creación de dinero?
Según los autores, existen dos explicaciones posibles: la más común y la real. La explicación más común es existe un “multiplicador bancario del dinero” que actúa sobre el dinero prestado aplicándole un coeficiente de caja menor al del 100%, que permite al banco “prestar” el dinero depositado, dejando solo un escueto porcentaje para atender a las retiradas de dinero. El modelo de crecimiento del dinero que surge aquí es el de una función decreciente con límite cero, sobre un depósito previamente constituido.
La explicación real es mucho más pesimista: los bancos no necesitan de depósitos previos para expandir la masa monetaria. Simplemente lo harán si tienen confianza en su devolución.
¿Cómo afecta la creación de dinero bancario a la economía? Lo explica Richard Werner, cambiando la “teoría cuantitativa del dinero” por una “teoría cuantitativa del crédito” que, resumidamente, dice así:
-El principal regulador de la expansión de la masa monetaria es la actitud legal y política hacia el crédito bancario.
-Cuando la política es de “dejar hacer”, el ciclo de creación y desmoronamiento de burbujas se instala en la economía.
-Sobre los efectos de la creación de dinero bancario, es fundamental saber si se emplean en economía productiva o no. Si este no es el caso, no hay crecimiento real y predomina la burbuja inflacionaria y la deslocalización de recursos. Solo si se emplea en economía productiva el crédito bancario beneficia realmente.
La evidencia empírica demuestra que los bancos, dejados a su antojo, prestan preferentemente a la economía especulativa, de la que esperan obtener suculentos beneficios en el corto plazo.
Los autores consiguen, con pocos trazos, aclararnos cómo se crea el dinero en la economía real y por qué produce burbujas y crisis de insolvencia cuando la pérdida de confianza en que el propio sistema conseguirá pagar todas las deudas se instala en el ambiente.
¿Cómo se ha llegado a esta situación? El capítulo 3 es dedicado a esta cuestión. Los autores defienden la teoría crediticia del dinero, que entiende que el dinero no es una mercancía, sino una relación social de crédito y deuda. A continuación explican la evolución histórica del dinero hasta hoy. A partir de los 70 se inició una importante relajación en los controles que vigilan la creación de la cantidad de dinero, debido a la errónea interpretación de que la banca lo único que hace es intermediar. Otro hito importante ha sido la digitalización del dinero, que ha dado una flexibilidad y rapidez instantánea al proceso bancario. Si en 1980, la ratio entre este y el dinero del banco central era 8:1, en la actualidad es 37:1. El dinero, ahora, es información contenida en los ordenadores de los bancos.
El capítulo 4 se dedica a explicarnos qué es hoy dinero en el Reino Unido. Los bancos centrales suelen dar definiciones progresivas de activos que son prácticamente dinero (M0, M1, M2, M3, M4) en función de su instantánea o casi instantánea liquidez. Según la “ley de Goodhart“, en cuanto un activo sustitutivo del dinero es definido como dinero para ser controlado por el Banco Central, la banca inventa otro activo cuasi monetario para escapar a ese control. Básicamente la mayor parte de la masa monetaria la crean los bancos concediendo préstamos. Facilita la expansión crediticia la cámara de compesanción interbancaria que es el Banco Central y el mercado interbancario, por el que todas las operaciones entre bancos se resumen y compensan regularmente, compensándose entradas con salidas entre las cuentas de los diferentes bancos, mientras que los cobros y pagos dentro del mismo banco no salen de este. Una gigantesca masa monetaria puede crearse y cambiar continuamente de manos por simples movimientos contables compensatorios dentro de cada banco y entre todos los bancos. Cuando, por desconfianza general en el sistema, no se otorgan nuevos créditos; entonces se contrae la masa monetaria y miles de préstamos quedan sin pagar, iniciándose un derrumbamiento general de todo el sistema de pagos que mantiene la economía actual. El Banco Central garantiza los depósitos bancarios para evitar el efecto en cadena de las quiebras que podría llegar a producirse si se deja al sistema funcionar libremente en época de contracción del crédito. Para evitar esta contracción de la masa monetaria, el Banco Central ha establecido varios medios para inundar de liquidez el sistema y así devolverle la confianza necesaria para que el sistema de creación monetaria bancario vuelva a funcionar.
El capítulo 5 trata de los medios de regulación y colocación del dinero bancario. Mientras el público siga prefiriendo el dinero digital, según la “Teoría Cauntitativa del Dinero” de Werner no es la demanda ni los tipos de interés lo que determina la localización de recursos económicos, sino la política bancaria respecto a cuánto dinero crear o dónde. Son los bancos los que deciden cuánto y dónde producir dinero, configurando todo lo demás. Por tanto, hay que obligar a los bancos a que lo dirijan hacia la economía productiva.
El capítulo 6 consiste en algunas explicaciones sobre el funcionamiento de los mercados internacionales de cambio y sobre la eurozona, con la imposible simultaneidad de política monetaria soberana, libertad de capitales y tipos exteriores fijos.
El capítulo 7 de conclusiones es contundente con el sistema actual:
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El dinero es una relación social respaldada por el estado, gobernada por quién determina qué es dinero, quién lo suministra, cómo, a quién y con qué propósito.
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El principal determinante de la oferta monetaria es el crédito bancario, que depende de la confianza del banco en el sistema en general para lograr el repago de la deuda.
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Los bancos prefieren introducir el dinero para especular y adquirir bienes ya existentes que para invertir en pymes o manufacturas.
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La política fiscal apenas tiene efectos sobre la creación y localización del dinero.
Las alternativas propuestas al sistema actual, para corregir sus defectos y crisis cíclicas, son:
- Que el Gobierno tome prestado de los bancos. Lo propone para los países del sur de Europa.
- Creación de crédito público para gasto público.
- Déficit fiscal financiado por dinero libre de deuda, por un periodo determinado, cantidades limitadas, determinados sectores, amortizable y bajo una reserva bancaria del 100%.
- Monedas locales o regionales “complementarias”, no emitidas ni por el estado ni por los bancos. Suelen funcionar como medios de pago, no como depósitos de valor. Pueden ayudar especialmente en tiempos de crisis y dar estabilidad a la economía, al no estar bajo el régimen cíclico del dinero-deuda.
Importante libro, útil para el estudio académico y la divulgación, que respalda las tesis del movimiento pro reforma del sistema monetario.
JM Utrilla Trinidad