Introducción:
La “Asociación para la Modernización Monetaria” (MoMo) en Suiza al igual que “La Monetative” en Alemania se fundaron hace algunos años con el objetivo de poner el sistema monetario al servicio de la economía real y la economía real al servicio de las personas.
Estas iniciativas, como otras en Inglaterra (Positive Money), Italia, Islandia, Holanda, EE.UU. etc, como también nosotros en España, Dinero Positivo, constatamos que los bancos privados no están comprometidos en alcanzar metas macroeconómicas ni sociales. No es pues justificable cederles una tarea tan crucial como la creación del dinero. Mediante una creación de dinero transparente y público se podría conseguir evitar que la producción de dinero por parte de los bancos privados siguiera dirigiendo mal la economía y el estado y continuara socavando un régimen monetario estable y justo.
Para ello, la “Asociación para la Modernización Monetaria” entregará el 01/12/2015 en Berna, la capital de Suiza, las 100.000 firmas necesarias para que se celebre en este país un referéndum que pretende hacer realidad los siguientes pilares de un régimen monetario moderno porque el plan ya está a nuestra disposición:
- creación de dinero exclusivamente por una entidad pública.
- cese de cualquier producción de dinero por bancos privados.
- puesta en circulación de dinero nuevo libre de deuda e intereses a través del pago a hogares privados o a entidades públicas.
Así pues, el dinero debería ser creado únicamente por una entidad pública e independiente. En nuestros países este papel correspondería al banco central. Este debería convertirse en una institución pública e independiente de la avidez de los bancos y de la economía, pero también de la del estado y encarnar un nuevo poder: el poder monetativo. En analogía a la independencia del poder judicial frente a los poderes legislativo y ejecutivo, el nueve Banco Central debería regirse únicamente por la constitución y las leyes así como por los conocimientos actuales y el bien común de forma independiente. El sistema monetario pasará a ser un servicio público. En un régimen monetario de este tipo podrían caber monedas complementarias locales o sistemas de pago cooperativos.
EL GRAN SECRETO – LA CREACIÓN DEL DINERO.
¡El dinero domina el mundo!
¿Pero quiénes son los que dominan el dinero?
¡Los que producen el dinero!
Si supiésemos lo que están haciendo…
El sistema monetario hoy en día es complicado y muy turbio. Por eso, la mayoría de las personas no sabe de dónde viene el dinero y lo que están haciendo los bancos. Y por ello están desamparadas, sufriendo las consecuencias de las crisis financieras globales, de las crisis de la banca y de la deuda.
Por un lado, las personas así como los medios de comunicación creen que el banco central imprime todo el dinero y lo mete en circulación a través de los bancos comerciales que, a su vez, lo distribuyen entre los diferentes participes de la economía. Por otro lado creen que los bancos recogen el dinero de los ahorradores para transmitirlo y prestarlo a otros. Estas dos ideas son falsas.
Primeramente porque sólo una pequeña parte del dinero que el banco central emite es dinero impreso, el mayor monto es dinero digital que solamente existe electrónicamente. Sin embargo, este dinero del banco central nunca llega al público, sino se usa exclusivamente para calcular y compensar el saldo de los flujos de pago entre los bancos comerciales (circuito interbancario). Únicamente se imprimen los billetes que entran en el circuito entre los bancos comerciales y el público.
En segundo lugar porque los bancos mismos producen – también de forma electrónica – dinero, el así llamado dinero bancario o giral. En nuestras cuentas no hay dinero del banco central, sino dinero privado de la banca (dinero bancario).
Hoy en día el dinero bancario constituye el 90 % de toda la cantidad de dinero que crea demanda en la economía, mientras que solamente un 10 % de nuestro dinero es dinero procedente del banco central, o sea el dinero en metálico o al contado. Por tanto, se puede decir que todo el dinero en circulación procede de los bancos comerciales.
Los bancos no son intermediarios de dinero como piensa la mayoría de las personas, sino fabricantes de dinero. Cierto es que el banco central estáinvolucrado, pero sólo de forma marginal y reactiva. De un franco o euro del banco central los bancos pueden producir x-veces más dinero bancario. Y a la inversa: Por cada cantidad de dinero bancario producido sólo necesitan tener como reserva una mínima parte, una pequeña fracción de este monto producido. El sistema se llama “sistema con reservas fraccionarias” o también “creación de dinero bancario de expansión múltiple”. Este sistema no es solamente complicado y turbio, sino al mismo tiempo extremadamente riesgoso, inestable, propenso a caer en crisis e injusto, es decir, contraproducente en lo que se refiere a la dimensión social del desarrollo.
El gran secreto – la creación del dinero
El secreto de la creación del dinero es el secreto bancario mejor guardado. Los bancos comerciales producen ellos mismos el dinero bancario prestando este “dinero” sacado de la nada en forma de créditos, es decir sin que haya existido el dinero antes de haber proporcionado el crédito. Los bancos prestan dinero que previamente no habían tenido a alguien que necesita dinero y que se compromete no solamente a conseguir posteriormente la devolución del monto prestado, sino a pagar, además, los correspondientes intereses. De esta manera se hace de la deuda dinero y de dinero cada vez más dinero.
El dinero solamente nace de una deuda: Lo esencial es que toda la suma del dinero existente se origina por un crédito bancario como apunte en nuestras cuentas corrientes.
Falta de límites: Dado que la posibilidad de crear dinero de la nada es prácticamente ilimitada y por el hecho de que más dinero no solamente significa más poder adquisitivo, sino también más poder e influencia, los bancos suelen tener la tendencia de aumentar cada vez más la masa monetaria (la cantidad de dinero en circulación). Los bancos dirigen sistemáticamente el dinero producido por ellos mismos a aquellos lugares donde promete multiplicarse aún más, sin olvidar que a la vez son ellos mismos que producen todo el dinero adicional que se necesite para hacerlo realidad. Por tanto, un control de la masa monetaria por parte del banco central resulta imposible.
Inseguridad: Sin embargo, el dinero de la banca (dinero bancario) no es un medio de pago legal, sino por parte de los bancos solamente una promesa de pago y por parte del cliente solamente un derecho de cobro. Pero como resulta que dinero bancario representa la mayor parte (90 %) de la masa monetaria, nadie puede estar seguro de sacar su depósito en dinero efectivo. Al contrario, es evidente, que en un sistema de estas características nunca todas las personas podrían sacar el dinero porque nunca realmente existió! Esto explica la inseguridad permanente, el riesgo, la desconfianza y parte del miedo y de la codicia: Todo está relacionado con el sistema monetario actual. Siempre está el peligro de la retirada masiva de los depósitos (“el corralito”), especialmente en tiempos de crisis (se sabe que la protección de los depósitos que asciende a 100.000 francos o euros no es más que una habladuría, además, sólo cubre las pérdidas de forma insuficiente).
Vacío legal: Aunque la constitución en su artículo 99 otorga a la nación la soberanía sobre el sistema monetario, los bancos han conseguido como consecuencia del desarrollo de los servicios digitales de pago y la liberalización de los mercados financieros.
- apoderase por completo de la creación del dinero y de su destino.
- apoderarse de la mayor parte del señoreaje originario (ingresos monetarios que si originan por la creación del dinero) que – tomando la constitución en serio – pertenecería a las arcas públicas y
- instalar un régimen de dinero deuda que domina por completo el mercado y el estado.
El poder dominante de los mercados financieros: En una economía impulsada de esta manera, el sector financiero se ha apropiado cada vez más de la economía real y ha socavado por completo la visión tradicional según la cual el sector financiero simplemente proporciona una cierta infraestructura para el apoyo de la economía real. Los medios y el fin de la economía se han intercambiado: La economía se ha puesto al servicio de la producción creciente del dinero en vez del cubrimiento de la demanda y de las necesidades.
Acumulación de poder: Acumular la concentración de la creación del dinero y de la concesión de créditos en manos de los grandes bancos obligados a la búsqueda del máximo beneficio da a estos bancos un poder casi absoluto sobre los mercados y los estados. Los bancos determinan por razones de criterios exclusivamente empresariales, es decir, sin ninguna responsabilidad macroeconómica y social a quién – a las empresas o al estado – se les da cuánto dinero y en qué condiciones. ¡Y el colmo es que son los mismos bancos quienes producen el dinero! Son ellos mismos que deciden si hay escasez o abundancia del dinero, pueden, por tanto, manipular su precio como mejor les convenga.
En color lila aparecen los comentarios que nos atrevimos a hacer a este muy compartible texto. Gracias por presentarlo y por participar de la misma preocupación que sentimos desde hace años.
Saludos.
Alberto Sigales, poseconómico.
Introducción:
La “Asociación para la Modernización Monetaria” (MoMo) en Suiza al igual que “La Monetative” en Alemania se fundaron hace algunos años con el objetivo de poner el sistema monetario al servicio de la economía real (no financiera) y la economía real al servicio de las personas.
Estas iniciativas, como otras en Inglaterra (Positive Money), Italia, Islandia, Holanda, EE.UU. etc., como también nosotros en España, Dinero Positivo, constatamos que los bancos privados no están comprometidos en alcanzar metas macroeconómicas ni sociales. No es pues justificable cederles una tarea tan crucial como la creación del dinero. Mediante una creación de dinero transparente y público se podría conseguir evitar que la producción de dinero por parte de los bancos privados siguiera dirigiendo mal la economía y el estado y continuara socavando un régimen monetario estable y justo. Mientras la creación del precio sea libre (y ojalá siga siéndolo hasta la invención de otro sistema), la creación del dinero debería también ser libre, no exclusiva y excluyente. Eso es lo que nos permite el indev, mantener tanto la libertad de precios del mercader como la libertad de emisión del benefactor, a través del Estado o del banco que elija.
Para ello, la “Asociación para la Modernización Monetaria” entregará el 01/12/2015 en Berna, la capital de Suiza, las 100.000 firmas necesarias para que se celebre en este país un referéndum que pretende hacer realidad los siguientes pilares de un régimen monetario moderno porque el plan ya está a nuestra disposición:
creación de dinero exclusivamente por una entidad pública.
cese de cualquier producción de dinero por bancos privados.
puesta en circulación de dinero nuevo libre de deuda e intereses a través del pago a hogares privados o a entidades públicas.
Así pues, el dinero debería ser creado únicamente por una entidad pública e independiente. En nuestros países este papel correspondería al banco central. Este debería convertirse en una institución pública e independiente de la avidez de los bancos y de la economía, pero también de la del estado y encarnar un nuevo poder: el poder monetativo. En analogía a la independencia del poder judicial frente a los poderes legislativo y ejecutivo, el nueve Banco Central debería regirse únicamente por la constitución y las leyes así como por los conocimientos actuales y el bien común de forma independiente. El sistema monetario pasará a ser un servicio público. En un régimen monetario de este tipo podrían caber monedas complementarias locales o sistemas de pago cooperativos.
Primero, el indev no necesita de un emisor exclusivo; es más, no sería conveniente “poner todos los huevos en un solo canasto”. Todo banco puede crear indevs como crean hoy el dinero, tal como se describe en este artículo. La diferencia del indev tanto con el dinero tradicional como con el que aquí se propone es el compromiso en tiempo real de mantener su valor inmodificable, en una relación directa a los precios. El IPC deberá estar actualizado minuto a minuto, y deberá tender a ponderar el 100% de los bienes (productos y servicios) que lo integren.
EL GRAN SECRETO – LA CREACIÓN DEL DINERO.
¡El dinero domina el mundo!
¿Pero quiénes son los que dominan el dinero?
¡Los que producen el dinero!
Si supiésemos lo que están haciendo…
El sistema monetario hoy en día es complicado y muy turbio. Por eso, la mayoría de las personas no sabe de dónde viene el dinero y lo que están haciendo los bancos. Tampoco sabe a dónde va y qué pasa con él. Y por ello están desamparadas, sufriendo las consecuencias de las crisis financieras globales, de las crisis de la banca y de la deuda. Y las crisis diarias de pérdida de poder adquisitivo de los ingresos.
Por un lado, las personas así como los medios de comunicación creen que el banco central imprime todo el dinero y lo mete en circulación a través de los bancos comerciales que, a su vez, lo distribuyen entre los diferentes participes de la economía. Por otro lado creen que los bancos recogen el dinero de los ahorradores para transmitirlo y prestarlo a otros. Estas dos ideas son falsas. Muy cierto.
Primeramente porque sólo una pequeña parte del dinero que el banco central emite es dinero impreso, el mayor monto es dinero digital que solamente existe electrónicamente. Sin embargo, este dinero del banco central nunca llega al público, sino se usa exclusivamente para calcular y compensar el saldo de los flujos de pago entre los bancos comerciales (circuito interbancario). Cierto. Únicamente se imprimen los billetes que entran en el circuito entre los bancos comerciales y el público. Falso, no todos los billetes impresos están en circulación, ni deberían estarlo.
En segundo lugar porque los bancos mismos producen – también de forma electrónica – dinero, el así llamado dinero bancario o giral. En nuestras cuentas no hay dinero del banco central, sino dinero privado de la banca (dinero bancario). De esta función bancaria, si fuera bien utilizada, surge la abolición definitiva de la pobreza. Porque sin importar su origen, el dinero siempre es el medio de distribución de la riqueza, la que satisface nuestras necesidades, gustos y caprichos. El problema del dinero es su relación inversa con el precio, algo que todavía no han nombrado.
Hoy en día el dinero bancario constituye el 90 % de toda la cantidad de dinero que crea demanda en la economía, mientras que solamente un 10 % de nuestro dinero es dinero procedente del banco central, o sea el dinero en metálico o al contado. Por tanto, se puede decir que todo el dinero en circulación procede de los bancos comerciales. Cierto, reconociendo que los bancos comerciales no son sólo privados. Además, todo banco central, ciertamente, también es un banco creador de dinero virtual.
Los bancos no son intermediarios de dinero como piensa la mayoría de las personas, sino fabricantes de dinero. Cierto es que el banco central está involucrado, pero sólo de forma marginal y reactiva. De un franco o euro del banco central los bancos pueden producir x-veces más dinero bancario. Y a la inversa: Por cada cantidad de dinero bancario producido sólo necesitan tener como reserva una mínima parte, una pequeña fracción de este monto producido. El sistema se llama “sistema con reservas fraccionarias” o también “creación de dinero bancario de expansión múltiple”. Este sistema no es solamente complicado y turbio, sino al mismo tiempo extremadamente riesgoso, inestable, propenso a caer en crisis e injusto, es decir, contraproducente en lo que se refiere a la dimensión social del desarrollo. Acá se ha utilizado como base explicativa un mito muy popular, pero falso. Falso, sí, pero inocuo. No lo comentamos.
El gran secreto – la creación del dinero
El secreto de la creación del dinero es el secreto bancario mejor guardado. Los bancos comerciales producen ellos mismos el dinero bancario, prestando este “dinero” sacado de la nada en forma de créditos, es decir sin que haya existido el dinero antes de haber proporcionado el crédito. Ni siquiera la nada surge de la nada por lo que no es preciso decir que el dinero se “saca de la nada”; como se afirma que tendría que haber habido dinero “antes de haber proporcionado el crédito” diremos que si ciertamente hubiese existido el dinero antes del crédito otorgado, no habría creación de dinero, sino cambio de manos: los bancos no “crean dinero de la nada” sino que para “producir ellos mismo el dinero” lo que hacen es duplicar, hacer una copia, del valor económico del bien que el deudor presenta como garantía: todo esto se explica porque en el lenguaje bancario oficial se le llama “deudor” a quien en realidad es el acreedor. Los bancos prestan dinero -que previamente no habían tenido- a alguien que necesita dinero y que se compromete no solamente a conseguir posteriormente la devolución del monto prestado, sino a pagar, además, los correspondientes intereses. De esta manera se hace de la deuda dinero y de dinero cada vez más dinero.
La poseconomía lo diría así: “Los bancos prestan dinero a alguien que obligatoriamente les ha de presentar un documento en base del cual el banco -usando un artilugio jurídico y un permiso específico del Estado- crea legal y oficialmente el dinero que usa para ser acreditado en una cuenta del necesitado de dinero: el banco puede transformar “mágicamente” (repito, legalmente) el valor de un documento en una acreditación a una cuenta bancaria”. Es falso que se haga dinero de una “deuda” sino de un patrimonio concreto, desde un bien ya adquirido y reconocido, ya anteriormente saldado, pagado con dinero real. Una propiedad inmobiliaria, por ejemplo. Se puede considerar a ese bien como una “caja” que guarda el dinero que para su adquisición se pagó por ella, por tal motivo ese bien es utilizable como garantía de préstamos. Solamente los bancos, públicos y privados tienen el privilegio automático de poder “meter mano” en esa caja y tomar lo que crean conveniente, siempre y cuando cuenten con el permiso del propietario.
El dinero solamente nace de una deuda: Lo esencial es que toda la suma del dinero existente se origina por un crédito bancario como apunte en nuestras cuentas corrientes. Sí, esto de que la suma del dinero se origina desde una crédito es lo esencial. Pero no es cierto que el dinero nazca de una deuda, sino que, en todos los casos, la deuda nace después de que el banco haya creado el dinero. El dinero bancario o virtual se forma gracias a un artilugio jurídico que se encarga de permitir a una empresa bancaria la capacidad –legal- de transformar un título prestablecido en dinero virtual: sin la presentación de ese documento exigido –propiedad del posible deudor- no existe un préstamo legal. La deuda que adquiere el por ello llamado “deudor” –que en realidad es un acreedor- después de aceptado el préstamo, proviene así, después de la acreditación, nunca antes. Como vemos, un banco no necesita de tener dinero físico en su caja para realizar legalmente un préstamo cualquiera. Sólo necesita que el solicitante presente un documento exigido que atestigüé cierto valor o cierto ingreso monetario, a partir del cual el banco transforma una parte –sólo un parte- del total de ese valor en una acreditación bancaria. Recién allí se crea una deuda. Seamos honestos, no puede llamarse “de la nada” esa creación de dinero. No obstante no somos tan cándidos como para no saber que existen préstamos que sí lo hacen realmente, los hay, pero son ilegales.
Falta de límites: Dado que la posibilidad de crear dinero de la nada es prácticamente ilimitada y por el hecho de que más dinero no solamente significa más poder adquisitivo, sino también más poder e influencia, los bancos suelen tener la tendencia de aumentar cada vez más la masa monetaria (la cantidad de dinero en circulación). Los bancos dirigen sistemáticamente el dinero producido por ellos mismos a aquellos lugares donde promete multiplicarse aún más, sin olvidar que a la vez son ellos mismos que producen todo el dinero adicional que se necesite para hacerlo realidad. Por tanto, un control de la masa monetaria por parte del banco central resulta imposible. Acá se comete una falta imperdonable: se olvidan que la contrapartida negativa a la creación ilimitada de dinero –aquello que lo desvaloriza- es el precio, y que todo precio, todo, también se crea “de la nada”, y en cantidades realmente ilimitadas, no “prácticamente”. El crecimiento numérico y libre del precio –no combatible- hace que sea necesaria mayor la cantidad de dinero, tampoco combatible, por lo que no es negativo que haya una “masa monetaria” creciente. Es más, los precios crecen más rápido que el dinero que los puede pagar: lo que ayer se compraba con cierta cantidad dinero, hoy debe comprarse con más.
Aquí se ve otro de los principios poseconómicos: en la economía tradicional, especialmente la capitalista, sólo los señores banqueros y los señores con capacidad asignativa de los precios (mercaderes) pueden hacer frente a las crisis económicas de todo tipo, en especial la simple y diaria suba de precios. Ni hablemos cuando esa suba alcanza a ser conocida como inflación. En realidad este es el motivo de la socialización de la emisión de medio de distribución en uso (dinero tradicional, dinero positivo, indev, etc.), ya que el banquero puede emitir como aquí se relata, pero también puede emitir el mercader. No puede emitir el 69% restante de la población, y nosotros estamos empeñados de darle a esta porción de gente el mismo privilegio que a los demás.
Inseguridad: Sin embargo, el dinero de la banca (dinero bancario) no es un medio de pago legal, sino por parte de los bancos solamente una promesa de pago y por parte del cliente solamente un derecho de cobro. Pero como resulta que dinero bancario representa la mayor parte (90 %) de la masa monetaria, nadie puede estar seguro de sacar su depósito en dinero efectivo. Al contrario, es evidente, que en un sistema de estas características ¡nunca todas las personas podrían sacar el dinero porque nunca realmente existió! Esto también es imperdonablemente infantil: de esa manera, tampoco nadie puede acusar al precio de “no existir” sólo porque no suele representarse físicamente. Esto explica la inseguridad permanente, el riesgo, la desconfianza y parte del miedo y de la codicia: Todo está relacionado con el sistema monetario actual. Siempre está el peligro de la retirada masiva de los depósitos (“el corralito”), especialmente en tiempos de crisis (se sabe que la protección de los depósitos que asciende a 100.000 francos o euros no es más que una habladuría, además, sólo cubre las pérdidas de forma insuficiente). Bueno, siguiendo el racionamiento de los escritores: si el dinero bancario “no existe”, tampoco ha existido, en general, el dinero usado para abrir los depósitos que después se quiere retirar, porque es sólo un 8% de los depósitos los que nacen de un formato cash, el 92% restante es dinero “falso”.
Vacío legal: Aunque la constitución en su artículo 99 otorga a la nación la soberanía sobre el sistema monetario, los bancos han conseguido como consecuencia del desarrollo de los servicios digitales de pago y la liberalización de los mercados financieros.
apoderase por completo de la creación del dinero y de su destino.
apoderarse de la mayor parte del señoreaje originario (ingresos monetarios que si originan por la creación del dinero) que – tomando la constitución en serio – pertenecería a las arcas públicas e
instalar un régimen de dinero deuda que domina por completo el mercado y el estado. Esto no es cierto.
El poder dominante de los mercados financieros: En una economía impulsada de esta manera, el sector financiero se ha apropiado cada vez más de la economía real y ha socavado por completo la visión tradicional según la cual el sector financiero simplemente proporciona una cierta infraestructura para el apoyo de la economía real. Los medios y el fin de la economía se han intercambiado: La economía se ha puesto al servicio de la producción creciente del dinero en vez del cubrimiento de la demanda y de las necesidades.
Acumulación de poder: Acumular la concentración de la creación del dinero y de la concesión de créditos en manos de los grandes bancos obligados a la búsqueda del máximo beneficio da a estos bancos un poder casi absoluto sobre los mercados y los estados. Los bancos determinan por razones de criterios exclusivamente empresariales, es decir, sin ninguna responsabilidad macroeconómica y social a quién – a las empresas o al estado – se les da cuánto dinero y en qué condiciones. ¡Y el colmo es que son los mismos bancos quienes producen el dinero! Son ellos mismos que deciden si hay escasez o abundancia del dinero, pueden, por tanto, manipular su precio como mejor les convenga.
Lamento que no se puedan observar fácilmente nuestras observaciones. ¿Cómo podríamos enviar el texto en colores?
Alberto Sigales
Lo siento, no se pueden poner colores en los comentarios.
Sería más fácil quizás enviar sólo tus comentarios, con alguna indicación de a qué parte del texto corresponden.