Traducción de un artículo de Positive Money.
El 27 de septiembre marcó el lanzamiento del nuevo programa Corporate Quantitative Easing (QE) del Banco de Inglaterra (BoE). El BoE va a crear 10.000 millones de libras de dinero nuevo para comprar bonos emitidos por compañías privadas. A continuación exponemos 10 razones por las que el Corporate QE no va hacer crecer la economía británica e incluso podría resultar una mala idea.
¿Que es Corporate QE?
En respuesta a los potenciales riesgos económicos del Brexit, el mes pasado el BoE anunció que extendía el programa QE de 375.000 millones de libras con otros 70.000 millones adicionales.
El Banco va a continuar con su política anterior, comprando 60.000 millones más de deuda del gobierno. Sin embargo, esta vez va a intentar además algo nuevo, comprando 10.000 millones de deuda del sector privado, de empresas que hacen una contribución material a la economía británica. Desde ayer el Banco va a comprar 555 millones de libras al mes durante los próximos 18 meses.
Daremos más información detallada del Corporate QE en nuestra serie ¿Qué es el QE? Por ahora hay que saber que esta parte del programa QE tiene tres objetivos:
- Reducir los tipos de interés en los mercados financieros, lo que debería reducir el coste de pedir préstamos para las empresas del sector privado.
- Reducir los tipos de interés también implica que los inversores ganan menos cuando hacen inversiones convencionales y seguras, lo que debería convencerles para realizar inversiones más arriesgadas y con un mayor retorno.
- Animar a las corporaciones a emitir más bonos, esto es, pedir más dinero prestado para financiar un mayor nivel de inversión.
10 razones por las que el Corporate QE es mala idea
1) En primer lugar, como ya hemos comentado en otros lugares, los tipos de interés en los mercados de bonos corporativos están en los niveles más bajos de la historia. Esto plantea las preguntas de si el QE será capaz de disminuir los costes de financiación, y de si una reducción mínima de estos costes se traducirá en un incremento significativo de la inversión.
2) Más intentos de reducir los tipos de interés en los mercados financieros va a dañar a los pensionistas y ahorradores. Bajar los retornos de las inversiones tradicionales y seguras (las inversiones lógicas de los fondos de pensiones) está exacerbando el problema del déficit de las pensiones en el Reino Unido. A medida que los fondos de pensiones reciben menos por sus inversiones, encuentran progresivamente más difícil pagar lo que se han comprometido en los planes de pensiones.
3) El Corporate QE va a contribuir a subir el precio de la vivienda. En lugar de animar a los inversores a aceptar más riesgo, el Corporate QE va a incentivar a inversores y ahorradores a poner su dinero en el sector inmobiliario. Si la demanda sube y la oferta permanece estacionaria, el precio de la vivienda va a subir.
4) Como Adair Turner (ex director de la FSA, órgano regulador de los mercados en el Reino Unido) ha señalado frecuentemente, el Reino Unido está sufriendo actualmente un ‘excedente de deuda privada’. Muchas empresas están ya altamente endeudadas, por tanto no está claro cómo van a ser incentivadas a tomar más deuda. Como dice el refrán, “puedes llevar el caballo al pozo, pero no le puedes forzar a beber”.
5) Existe una serie de cuestiones acerca de cómo el BoE seleccionará los bonos que va a comprar. Mientras que el Banco ha expresado que sólo comprará bonos que de empresas que hacen una contribución material a la actividad económica en el RU, la lista de empresas elegibles incluye a un buen número de empresas multinacionales extranjeras, incluyendo Apple, Nestle y McDonalds. Está por ver que estas empresas aumenten las inversiones en el RU como resultado de los subsidios concedidos por el BoE. Es más, también es cuestionable hasta qué punto empresas americanas como Verizon y AT&T realizan una contribución material a la economía británica.
6) Dado que el grueso del Corporate QE está dirigido a multinacionales, cabe destacar que globalmente las multinacionales han amasado una montaña de 4,1 billones de libras en reservas. Hay muchas dudas de que esas corporaciones incluso necesiten financiación barata. Es más, las empresas privadas británicas no-financieras tienen unos activos de reserva de 1,8 billones de libras, de los cuales se cree que 0,5 billones son dinero en metálico. Esta asombrosa cantidad de dinero está ociosa sin ser invertida, y sugiere que las corporaciones realmente no necesitan financiación barata.
7) La principal razón por la que muchas corporaciones tienen ociosas estas cantidades de dinero es porque son pesimistas acerca de las condiciones económicas futuras. Esto plantea la pregunta de si esas corporaciones incluso van a pedir más dinero prestado.
8) Además hay menos incentivo para que las corporaciones empiecen a emitir bonos, pueden preferir pedir préstamos en dólares o euros en lugar de libras. Hay datos de que hay 285.000 millones en bonos en libras, contra 1,3 billones en euros y 4 billones denominados en dólares. Puesto que muchas de las empresas son multinacionales, no necesitan realmente libras más que para pagar salarios.
9) Como en los EEUU, los menores costes de financiación pueden simplemente generar más ingeniería financiera en forma de autocompra de acciones (share buy-backs) que no van a implicar nuevas inversiones en la economía. Muchas corporaciones sacan partido de los bajos costes de pedir prestado para comprar sus propias acciones. De esta manera disparan el precio de la acción y los beneficios de los accionistas. Esta forma de ingeniería financiera atrapa el dinero en los mercados financieros y no conduce de ninguna manera a incrementar la inversión que genere productividad, sueldos y empleos.
10) Existe una manera mucho mejor: el Banco de Inglaterra podría crear dinero para la gente, no para los mercados financieros. En lugar de crear dinero en un intento de controlar los tipos de interés en los mercados financieros, el Banco podría entregar el dinero directamente a la gente de la calle (para pagar sus deudas y para gastar), o usarlo para financiar proyectos de infraestructura verde o viviendas accesibles.
Por estas razones (y muchas otras) Positive Money está lanzando una petición para que el Ministro de Economía Philip Hammond abandone el programa QE y favorezca otras alternativas que no tienen los mismos efectos laterales.