3) ¿Cuál sería la disponibilidad de crédito para empresas y hogares?
Ésta es una cuestión que requiere más estudio, y Positive Money está preparando un artículo específico. Pero hay algunos puntos que se pueden mencionar:
- Los bancos todavía podrían prestar; simplemente necesitarían obtener previamente dinero de ahorradores dispuestos a invertir.
- La cantidad de crédito suministrada por los bancos a los hogares ha sido totalmente excesiva. Debido a que una gran parte de ese crédito ha sido dedicado a la vivienda (a través de hipotecas) se ha producido un gran incremento del precio de la vivienda, relativo a los sueldos.
- Respecto al crédito a empresas:
- Sólo una décima parte de los préstamos se conceden a empresas.
- Alrededor del 66% de las PYMES del Reino Unido no acceden a préstamos bancarios, sino que se financian reinvirtiendo beneficios y mediante otras fuentes de financiación.
- En una encuesta a empresas británicas, la mayoría declaraban que la principal barrera al crecimiento no era la falta de financiación bancaria, sino la incapacidad de aumentar sus ventas. En otras palabras, para aumentar la economía necesitamos más dinero en los bolsillos de los consumidores. El dinero soberano hace posible que los consumidores tengan más dinero, sin depender de que éstos obtengan cada vez mayor cantidad de préstamos.
4) ¿Se volvería el crédito ‘pro-cíclico’?
Leadsom no explica mejor este punto, por lo que la respuesta se hace suponiendo el sentido de la pregunta.
Claramente, el nivel de crédito ya es altamente pro-cíclico. Los bancos proporcionan demasiado crédito (y por tanto crean demasiado dinero) cuando la economía está creciendo, lo que conduce a los booms económicos alimentados mediante deuda que se vieron antes de la crisis financiera. Después, cuando hay recesión, restringen los prestamos (y por tanto el dinero creado), lo que empeora la recesión. Puedes leer más sobre este proceso aquí, pero lo que está claro es que el sistema actual ya es pro-cíclico y de hecho es difícil imaginar que pueda serlo más.
Pero quizás Andrea Leadsom estaba pensando en otra cosa. Quizás cree que en los buenos tiempos todo el mundo pone su dinero en Cuentas de Inversión, y en los malos tiempos lo retira y lo mantiene en Cuentas Corrientes. Esta idea está basada en un fallo de comprensión técnica sobre el funcionamiento de las Cuentas de Inversión. En realidad las Cuentas de Inversión son registros de la cantidad de dinero que el ahorrador ha proporcionado al banco para que lo preste. Inmediatamente este dinero pasa a la Cuenta Corriente del prestatario. Por tanto TODO el dinero se encuentra siempre en las Cuentas Corrientes.
¿Y que pasa en caso de un pánico? Los inversores podrían optar por no ingresar su dinero en Cuentas de Inversión. Pero, ¿es esto más pro-cíclico que el sistema actual? En la reciente crisis, cuando incluso los bancos se negaban a prestar, había numerosos ahorradores buscando dónde invertir para obtener unos beneficios. Siempre habrá gente dispuesta a invertir a cambio de un beneficio. Lo que hace al sistema actual pro-cíclico no es la decisión de los ahorradores de invertir, sino la disposición de los bancos a prestar (y por tanto a crear dinero).
Por tanto no está nada claro que un sistema de dinero soberano sea más pro-cíclico que el sistema actual. Además, sólo alguien que ha mantenido los ojos cerrados durante la última década puede afirmar que el sistema actual no es enormemente pro-cíclico.