Fobia a la inflación
El principal obstáculo para la implantación del dinero soberano es el miedo a que la creación de dinero por el gobierno va a conducir más pronto o más tarde a una inflación a gran escala. No hay confianza en que el gobierno se contenga en el uso de ese poder. Por eso proponemos que la creación de dinero la debe gestionar una autoridad monetaria independiente, un cuarto poder del Estado.
Un problema mayor es la creencia en la teoría cuantitativa del dinero, por parte de los economistas mainstream y por consiguiente, de políticos y periodistas. Según esta teoría, si un incremento en la cantidad de dinero existente en la economía no se ve compensada por un incremento equivalente en bienes y servicios, automáticamente conducirá a crear inflación. Como con otras muchas teorías económicas, no hay pruebas que justifiquen ésta. Pero aún así se ha convertido en dogma, sobre todo en las autoridades monetarias alemanas, debido a la fobia creada por la hiperinflación de los años 20. Debido a esto, el Bundesbank, y por extensión el Banco Central Europeo, tienen como mandato el control de la inflación. Por contra, la Reserva Federal estadounidense tiene un doble mandato, de control de inflación y desempleo.
De todas formas, ¿es cierto que el riesgo de hiperinflación es mayor con la creación pública del dinero que con la privada? La investigación histórica demuestra que la creación privada ha conducido a más crisis financieras, por lo que vincular la inflación a la creación pública del dinero no está justificado.
Creación privada del dinero como dogma económico
En el pensamiento económico actual, la creación de dinero por el Estado es un tabú. Los economistas mainstream asumen que sólo las fuerzas de mercado pueden determinar la cantidad correcta de dinero que debe existir en cada momento. Especialmente los economistas de derechas ponen su fe en la auto-regulación y predican el laissez faire: dejar que el mercado haga su trabajo, sin molestarlo con regulación.
El centro y la izquierda son más propensos a varias formas de regulación. Pero la creencia que el total de la economía y la creación de dinero en particular, deberían dejarse en manos privadas y del mercado es intocable. Es uno de los principales dogmas de la iglesia económica. En consecuencia, alternativas como la creación pública de dinero ni siquiera son consideradas en la economía mainstream, ni siquiera después de una crisis financiera y económica que fue en gran medida causada por la creación irresponsable de préstamos, esto es, de la creación privada de dinero.