La semana pasada Andrew Haldane, Economista jefe del Banco de Inglaterra, dio una charla en la que comentó que la política monetaria actual podría estar rota y que se necesitaban otras políticas. Brevemente insinuó una forma de dinero digital emitido por el BoE que competiría con los depósitos emitidos por los bancos comerciales y que suponen el 97% del dinero que usamos.
El pretexto para la charla de Haldane fue el del problema de los bajos tipos de interés. Solamente se pueden bajar los tipos hasta cierto punto. En una economía que está sobreendeudada, incluso tipos del 0,50% (0,05% en la eurozona) son suficientes como para impulsar a la gente a asumir más deuda. Si la gente no quiere pedir prestado, los bancos no pueden prestar, y no se crea nuevo dinero. Bajar aún más los tipos de interés no produce ningún efecto, y en teoría, si los tipos se volviesen negativos, la gente tendría un incentivo para sacar su dinero en metálico y guardarlo en casa al 0% en vez de en el banco con un interés negativo.
Este problema se conoce como “Límite Inferior Cero” (Zero Lower Bound). Esto es, que no puedes bajar los tipos muy por debajo de cero. Para evitar este problema, los bancos centrales han utilizado otras herramientas de ‘política no convencional’ como el QE, en un intento de estimular el gasto.
Los economistas han asumido que los bajos tipos actuales son una respuesta temporal a la crisis, y que en cuanto se recupere el gasto y la economía, los bancos centrales moverán los tipos a donde estaban antes de la crisis y el Limite inferior cero dejará de ser un problema. Pero puede que esto no sea así y que los tipos bajos próximos a cero se queden para una larga temporada.
Con la típica mentalidad de banquero central, Haldane cree que si los tipos bajos no funcionan, lo que hay que hacer es bajarlos más, hasta terreno negativo. Pero claro, antes que pagar por el dinero que tiene en el banco, la gente lo sacaría y lo guardaría bajo el colchón. Haldane sugiere que esto se podría evitar prohibiendo el dinero en metálico. Tan sólo quedaría el dinero bancario creado por los bancos.
Esto puede ser un problema pues la sociedad está acostumbrada a que exista un dinero emitido por el banco central y respaldado por el gobierno. Por tanto Haldane sugiere que el BoE podría emitir dinero digital, utilizando tecnologías como la de Bitcoin.
En ese momento Haldane se hace una interesantes preguntas: ¿¿Cómo funcionaría en la práctica? ¿Qué riesgos de seguridad y privacidad se crearían? ¿Como interaccionarían las monedas emitidas pública y privadamente? Admite que no tienen fácil respuesta, y que están siendo investigadas dentro de la agenda de investigación del BoE.
Desde el punto de vista de Dinero Positivo, estas declaraciones son excitantes al mismo tiempo que inquietantes. Por un lado el banco central está dispuesto a emitir dinero digital, rompiendo el monopolio que tienen los bancos privados en ese campo. Pero por otra parte, al eliminar el dinero en metálico todas las transacciones pasarían a través de los bancos. En cualquier caso, son unas declaraciones muy relevantes.