Bastantes medios han informado – y ha pasado muy desapercibido – que la deuda pública española (en % del PIB) ha alcanzado niveles nuevamente históricos.
El FMI cifra el máximo histórico en el 149% de 1981, y el mínimo en el 7,3% de 1975. Ahora estamos en un 97,1% y el objetivo oficial del gobierno para 2014 es 97,6%.
“Desde 2008, coincidiendo con el inicio de la crisis, la deuda de España no ha dejado de crecer ejercicio tras ejercicio y desde entonces se ha más que duplicado, pasando de los 436.984 millones de euros (el 40%) a los 996.983 en mayo de este año (el 97,1%).”
“Sin embargo, el grueso de la deuda sigue colocada en valores a medio y largo plazo, hasta un total de 719.853 millones de euros, con un aumento de 13.478 millones respecto al mes anterior y un incremento de 70.826 millones frente a mayo de 2013.”
Todo este dinero es dinero nuevo que el gobierno alquila a terceros que cobrarán intereses por lo que el gobierno necesita para gastar. Pero esto no tiene sentido ya que el gobierno puede crear dinero. De hecho, es el único que puede hacerlo.
El dinero hoy en día nace como deuda y no tiene por qué ser así. Reformar la manera de crear dinero es una prioridad que abarca el espectro político entero – desde la izquierda más izquierda hasta la derecha más derecha – ya que nos estamos ahogando en deuda todos sin excepción.
Y repetimos: no tiene por qué se así.